Welcome to my world, where everything is a SHIT.

Y resulta que soy tan imbécil como para cometer los mismos errores, y de paso otros nuevos. Parece que no se me agota la imaginación para meter la pata, hacer lo incorrecto, tropezar con las palabras inadecuadas y sobre todo, equivocarme. Mi especialidad. Fastidiar todo lo que parece que promete, eso es lo que mejor se me da. Y de paso, si puedo hacer daño a alguien que me importa, genial, ha salido redondo. Genial, maravilloso. Odio ser irónica, odio este maldito sarcasmo y obligarme a reír cuando de lo que más ganas tengo es de gritar, tirarme al suelo y patalear como una niña pequeña, como no lo hice ni cuando tenía dos años.  Estoy cansada de ser responsable, de ser lógica, razonable, madura, generosa, buena, estoy harta, por una vez quiero ser egoísta y egocéntrica, pensar sólo en mí y que le den a todo y todos. Pero no puedo.
¿Sabes? Tengo un problema. Bueno, no es un problema, al menos no quiero verlo así. Pero depende de ti. Depende tanto de ti, que tú eres el problema. Mi problema, e irónicamente también mi solución. Sin más vueltas: creo que me estoy enamorando de ti. Sí, y ya sé que no es justo que te lo diga así, culpándote de ello, afrontándolo como algo que se deba solucionar, pero, es que tú eres el culpable. El culpable de haberme mirado aquel día, de haberte sentado a mi lado, de haber tenido conmigo esa absurda charla sobre las relaciones. Tú tuviste la culpa de que nos quedásemos a solas, aunque admito que en eso también colaboré, porque ni tú ni yo nos dimos cuenta de que el resto del mundo se marchaba. También admito que tuve yo la culpa de tender la mano y de sonreír con intención, de que me dieran ganas de pedirte un beso al ver cómo evitabas mis ojos, y de reír ante nuestros silencios incómodos. Pero tuviste la culpa de besarme y tuve la culpa de seguirte, y eso no podemos negarlo ninguno de los dos. Puede que ni siquiera quiera negarlo, y yo también soy culpable, puede que incluso más que tú. Ahora sólo me queda saber si tú quieres compartir esa culpa conmigo por el resto de nuestros día.


 Me duele escribir cada palabra, quisiera que nunca hubiera pasado lo sucedido, porque me lastima saber que nunca te interesé, que solo fuí la tonta que se humilló para que supieras que te quiero, sé que el error fue mío, por no saber callar, por no guardarme lo que siento, por creerte cuando aquella noche dijiste que te interesaba, por quererte cada día más, por intentar hacerte saber que te quiero, por intentar estar contigo un solo momento.  Aquel día solo fue uno más, que tal vez, para ti no fue nada, pero para mi fue el nacimiento de muchos sueños y esperanzas, que no dejan de ser eso, y ambos lo sabemos, un sueño que nació simplemente de tu mirada, que pudo sobrevivir con tu silencio, pero fue destrozado por tu indiferencia. Y por más que mi ser sepa que para ti fui nada, como prohibirle a mi corazón que deje de soñar, de sufrir por pensar en ti, de llorar por un amor que no funcionó. ¿Cómo hacerte entender que el destino hizo que te tuviera tanto amor?, ese amor que solo busca tu felicidad, al punto de preferir que no estés conmigo, que estés con aquella persona que tiene para darte lo que yo no tengo. ¿Tan poca cosa soy?, ¿tan poco me valoras?  No te culpo, no soy lo que realmente esperabas para llenar tus expectativas, pero no puedo dejar de preguntarme porqué tú llenas las mías cuando lo único que consigo son lágrimas. Una vez fuimos amigos pero nunca llegamos a hacer grandes amigos, no nos alcanzó el tiempo porque cuando parecía que las cosas mejoraban, algo pasó que hizo que me valoraras tan poco, no obstante recuerdo cada palabra, cada detalle, lo que ahora ya no tiene valor para ti.  Siguen pasando los días y yo no puedo resignar a perderte, aunque sepa que así lo tengo que hacer, aunque yo sepa que no tengo valor alguno para ti, dejaste huellas imborrables, aunque pasaste por mi vida tan rápido, revolucionaste mi vida y te quedaste el lo más profundo de mi dejando recuerdos que siempre estarán en mi. Ahora y siempre me preguntaré si algún día sentiste amor,  si llegaste amarme en algún momento.Y después de esto, creo que a estas preguntas no les encontraré respuesta hasta el día que te vea de verdad y estés dispuesto a hablar olvidando solo por ese momento nuestras indiferencias, aquellos problemas y las demás personas, que seas tú mismo; aquella persona de quién me enamoré. Porque quedaron muchas palabras por decir al aire, las mismas que aún mantengo la esperanza de decirte y de que me puedas oír, olvidando prejuicios siendo tú mismo. Necesito saber lo que sientes y esta vez quiero que me digas la verdad y que tus ojos sean el reflejo de la sinceridad. Pero perdóname por ofrecerte lo mejor de mi vida y por darte todo lo que tengo.  
En estos momentos es lo único que quiero realmente. Llegan unos días en los que piensas ¿Qué estoy haciendo? ¿Es lo que realmente quiero? Tengo sueños no muy apetecibles, en los que me despierto angustiada, con un mal presentimiento. Después pasa el día, lo veo a él y todo se derrumba, hoy que hacemos, y yo ahora como una tonta derramando lágrimas por él, no puedo más.
-¿Qué me dices si te digo que no creo en el amor?
-Te digo que eres tonta, porque el amor existe. 

-¿Lo has visto alguna vez?
-Claro que sí. Lo leo en tus ojos cuando lo miras a la cara, lo noto en tus brazos cuando estas cerca de él, lo veo en tu sonrisa cuando él te dice que se alegra de verte, lo siento en tu forma de andar cuando caminas al verlo. Y cuando él te mira, veo como tratas de ocultarlo para que no se de cuenta de que lo quieres, noto como intentas no moverte para evitar abrazarlo, leo en tu sonrisa la mentira y siento como aprietas los labios para que no se te escape un te quiero. Sin embargo ocultas, detrás del
‘no creo’ porque piensas que es de valientes resistirse a la verdad, pero, ¿sabes? Eso es de cobarde , es cobarde esconderse detrás de dos palabras. Lo valiente es decir te quiero y tener valor para escuchar yo NO!
¿Que hacer cuando sientes que no puedes ni respirar? Que se te cae el mundo y no quieres salir ni de la puerta de tu casa, por tan solo no saber ni la cara que poner a las personas que te rodean. Sabiendo que vives entre falsedades y mentiras, cosas que nunca por más que quieras, te vas acostumbrar. No aguanto más, solo quiero que vuelva la rutina, volver a ser yo, feliz. No pido más.
Nada parece suficientecada vez que lo pienso sólo siento rabia en mi interior, ¿por qué las cosas son así? Tanto me ilusioné, en aquellos tiempos, que no sirvió para nada, y ahora todo es al revés. Sé que no puedo, ni debo retenerte a mi lado, eres libre y siempre lo vas a ser, yo solo estaré bien, si aunque sea solo hablemos, y no dejar de hablarnos por mucho que pase, ahí solo tienes tu la elección. Porque yo sí quiero tenerte cerca de mí. Sí, lo reconozco. Verte se me hace tan extraño, quisiera poder tener aunque sea una conversación, repetir aquellas tonterías que nos decíamos. Y sonrió cuando recuerdo esos momentos, pero me entristezco al verte como si nada pasarano quiero ser una extraña para tí.
¿Qué hacer cuándo te sientes vacía? Dejas pasar el tiempo, creyendo que es mejor así y nada más verlo te gira la cara, aparentas estar bien, no tienes que dar esa cara de ti a nadie, no, ya no. Y es lo de todos los días. Sí, llegar a tu casa y derrumbarte, vuelves a caer, a pesar de haber dicho esta será la última vez que me importe cualquier cosa sobre él.  Que despiertes y pienses en él, cosa que no es al revés. Porque sólo fuiste feliz estando junto a él. Y otra vez volví a engañarme, y otra vez juré no pensar en tí, y otra vez vuelvo a estar así, con esta tristeza sobre mí.
Siempre nos pasa lo mismo: no quisiera creer en las casualidades, pero me has echo que crea en ellas. Quizás el destino quiere esto para los dos, un simple hola y un repentino adiós. Nuestro caminos no han dejado de encontrarse y volver a separarse desde que nos vimos por primera vez. Y eso es lo que no quiero,un adiós. Yo quiero un hasta luego, nos vemos. Y sé, que nos volverá a pasar lo mismo otra vez.
Yo sin querer, marqué tu número otra vez.
Sé que sin querer tú no vas a estar otra vez.
Desde que agarre mi teléfono quise marcar tu número.
Sé que queriendo en mi interior, escuché tu voz .

Te volví a ver, con una simple sonrisa y caricia en el brazo, tú hiciste que me sintiera feliz por ese segundo.


Le falta cariño, y no encuentra valor para decirle que lo odia, aunque adora el eco de su voz. Perdía la inocencia cada noche y en cada callejón, creía ser feliz y pensaba que esta vez no le partirían más el corazón, pero no. Y vuelve a estar tirada en cada esquina, en cada estación, echando de menos su calor, arrepintiéndose de los besos que no le dio. Que nunca le dijo que lo quería, aunque ni siquiera sabia si lo sentía.Que lo echa de menos. Que quiere y no sabe volar, que se estampa cada vez que lo intenta; camina sin sueños; sin ilusión. Pinta sus labios de carmín y vuelve a sonreír. Busca otro invierno en el cual encontrar su amor, revuelve en los cajones buscando su olor intentando saber el porque se marchó. Tiñe sus pestañas y guiña frente al espejo pensando que el la ve. Todos saben, todos callan. Nadie escucha, y ella se desgarra lo poco que le queda de su corazón.
En todo este tiempo nada parece haber cambiado. La persona a la que quieres siempre termina por alejarse de ti, mientras aquella por la que no sientes nada, sigue intentano estar contigo. Y te preguntas si estás haciendo lo correcto entregándote a alguien que te da tan poco. Pero quererlo es lo único que puedes hacer. El amor es completamente ilógico, y aunque sabemos que hay cosas que nos convienen más que otras, no podemos evitar escuchar a nuestro corazón diciéndonos que es con él con quien queremos estar, a pesar del sufrimiento. Necesito saber de una vez por todas, qué es lo que sientes por mi. Qué te hace comportarte de un modo tan incomprensible. Que ya no hay nadie que te entienda, ni siquiera yo. No comprendo por qué todo está ocurriendo así, cuando pensaba que por fin había encontrado a la persona adecuada. Que por una vez había acertado, que esta vez era diferente. Y de pronto todo se vuelve en mi contra y es como si jamás hubiese habido algo entre nosotros. Como si nada fuera a cambiar. Nunca conseguiré quererle como te quiero a ti, me paso las horas pensando en ti, y por más que intento olvidarte sé que más voy a quererte, porque el amor es así
Y por tan sólo unos minutos bastaron, para darme cuenta de todo. Ya dejaste de sentir, lo que en su día pudo llegar a ser algo, te has olvidado por completo de todo o eso quieres que intente pensar, pero prefiero seguir teniendo esa ilusión, de que algún día nuestros caminos se van a unir.

Sigo aquí, acuérdate.


Yo sólo quiero a alguien que cuando me ponga borracha me lleve a casa en brazos, que me haga el amor contra la pared y se meta conmigo en la bañera, que se pierda conmigo para después rescatarme de laberintos sin sentidos, alguien disfrace a mis días malos y los convierta en buenos, que no se enfade si no me entiende, ni me entiendo y lo mareo, que me saque la lengua cuando me ponga tonta y me haga enmudecer, que no de por hecho que siempre voy a estar ahí pero que tampoco lo dude, que no me haga sufrir, y que no me venda amor eterno manoseado, alguien que no pueda caminar conmigo por la calle sin agarrarme de la mano, que no me compre con regalos pero que tenga mil detalles de papel, que no le guste verme llorar y me haga reír hasta cuando no tenga ganas, que de vez en cuando decida perseguirme en los bares y conocerme otra vez, que me mire, lo mire, y me tiemblen las piernas sin remedio, alguien que este loco por mi, y no se le olvide decírmelo los días de resaca, que si se pone animal, sea solo en la cama, y me mate a besos por la mañana, que no se acostumbre a mi y deje de inventar nombres nuevos para despertarme, que si mira a otra, luego me guiñe un ojo, y se ría de mis celos de hojalata, y sobre todo que no tenga que perderme para darse cuenta de que me ha encontrado.
Se suponía que las reglas eran claras, al amanecer, todo tendría su fin; pero nunca logró levantarse sin esperar a que él, esa vez, tuviese la sutileza de quedarse un día más. Sólo un día más. Era tan jodidamente especial que cada segundo a ras de su piel fuera un beso más ante su despedida. Y sólo se alimentaban de eso, porque era ridículo pensar que él no volvería a irse, y que ella no volvería a esperar a quién sabe quién en su cama.

Soy dura pero con sentimientos. Que tenga el corazón encadenado no significa que mis cadenas no duelan y que por ello me defienda con mi risa en vez de con mis lágrimas. Que no me veas llorar no significa que no llore, que no me veas maldecir no significa que no te odie. El sarcasmo con el que te hablo es mi escudo ante ti. Las miradas de rechazo que te dirijo no son más que mis experiencias vividas. Esas experiencias son las que me han enseñado que amando solo puedo dejarte ir, verte pasar huyendo de ti y lo que me harías si me dejase ver. Aquella noche fue sólo sexo. Lo sé. No quiero ser dueña ni prisionera. Yo tengo mis propias reglas en mi mundo particular. SI quieres las sigues y si no, me da igual. He aprendido a quererme yo primero y después yo quizás. Mi mundo es mío y como los castillos antaño sus pozos no son fáciles de pasar. Mi ironía y malicia anidan en ellos para no dejarte pasar ni a ti, ni a cualquier hombre que me lleve del brazo erguido exhibiendo un trofeo.




- Te he echado de menos.

La voz del chico sonó tremendamente frágil.

- Me fui porque tú me lo pediste. Nunca pretendí molestarte. Lo sabes.
- Nunca te dije que te fueras.
- Me lo pedías con la mirada y sabes que nunca quise que estuvieras mal y mucho menos por mi culpa.
- Entonces es que no sabías interpretar mis miradas.

Hizo un gesto y se lo dijo.

- Tú sabes bien que yo soy la única que he sabido hacerlo.
- Te olvidaste de mi cuando empezaste a salir con él, y yo no quería molestarte. No quería que dejaras de sonreír.

Y ella comenzó a entenderlo todo.

- Empecé a salir con él porque tú ni tan siquiera me mirabas ya. Estabas demasiado ocupado jugando con todas esas chicas, y yo ya me había cansado de esperarte.

- Siempre fuiste así ¿eh? –rió al mismo tiempo que se sentaba en el suelo.
- Habría apostado mi mundo por ti. Tú nunca lo entendiste.
- Es que no lo entiendes. Éramos amigos pero no nos contábamos nada.
- Que a mi me da igual ¿sabes? A mi ya no me importaba quién te gustaba y quien no. Con quién estabas y con quién te besabas. Estabas rompiendo mi mundo y yo solo estorbaba ahí. Y preferí irme…

- Te fuiste porque fuiste una cobarde. Porque nunca te atreviste a decir lo que pensabas.
- Y tú que sabes de lo que yo pensaba.
- Sabía mucho más de lo alguna vez has podido imaginar.
- Estás loco.
- Estabas enamorada de mí.

Quedaron en silencio los dos.

- Ahm… sí, lo estaba.
- Y tú nunca lo me dijiste.
- Solo habría empeorado las cosas, fue lo mejor.

- Siempre fuiste tan terca. No hubieras empeorado nuestra amistad.
- ¡Claro que lo hubiera empeorado! Porque tú estabas demasiado ocupado en ti mismo como para preocuparte un poquito por mí. Porque para ti valía más cualquier chica guapa que tu mejor amiga. Porque, definitivamente, yo no estaba hecha para estar a tu lado en esos momentos. Bueno, ni en esos ni en estos, simplemente encajamos como amigos. Y no sabes la de veces que intenté desenamorarme de ti, ni las veces que lloré porque estabas en mi cabeza y no te podía sacar, ¡NO! Tú no lo sabes porque nunca me miraste de la forma en que yo te miraba a ti. ¡Nunca!


¿Por qué es tan difícil caerte una vez más cuando te has levantado mil veces? Y aunque no quisiera su corazón estaba volviendo a latir. Y que era por él.






Si tu mereces mas de lo que el te dio, si ya aplasto tus esperanzas y se marcho, si de su vida nada puedes sacar, entonces no es momento de lamentar ,dale gracias a dios que te abandono. Si nunca percibiste que hubo amor, si en época de frío no te dio calor, si solo te buscaba para el placer, y no te respetaba como mujer, dale gracias a dios que te abandono. No llores mas por el, si sabes que no vale la pena. No sufras mas por el,dale borrón y una cuenta nueva. No trates mas con el, ya tu no estas para sus engaños, tu dignidad no merece daño, tu corazón ya no aguanta pela. Si no se arrepintió viéndote sufrir ,si nada le importo cual es tu sentir,si no te acompañaba en la soledad, y no te protegía en la adversidad, dale gracias a dios que se quiso ir. Si ya no tienes nada que construir que si ya no tienen un porvenir tu ve, si tus necesidades no pudo ver, porque aun no sabe lo que es querer, dale gracias a dios que se quiso ir.

Tenemos qué hablar.-Sus ojos se negaron a mirarlo.

-¿De qué?-Contesta él con dulzura. Esa maldita inocencia acompañada de una sonrisa.

Ella se abstrae en su mundo, inspira con fuerza y se convence de lo que va a decir.

-Creo que deberías saber algo.

Él comienza a no sentirse tan sereno, busca una posible respuesta antes de que ella hable, pero no es más rápido que ella, y se siente nervioso, ella va a hablar, y él no sabrá que contestar.

-Desde que te conocí, han pasado muchas cosas, algunas veces hasta creo que me he vuelto loca y que no sé de qué hablo. Pero hay algo de lo que estoy segura.

-¿Y se puede saber de qué estás segura?-Se adelantó para tomar unos segundos más de próloga.

-
Yo creía en el amor, hasta que te conocí.

-¿Qué?- Se responde a sí mismo aturdido. No, aquellas palabras deberían ser mentira. Quizás fuera una venganza en diferido por todas sus idas y venidas sin sentido. No. Ella lo quería. Sí, ella debería quererlo, porque,
algo sin previo aviso derrumbó su compostura. Su cara mostró horror. Y comenzó a tiritar, sólo la tenía a ella.

-No te asustes, no pienso alejarme de ti.

-¿Entonces?-No la entendía.

Ella se hizo esperar, repasó sus labios con su lengua. Lo miró, y le acarició su cara. Las dos gotitas que había dejado caer, esa misma mañana, en su muñeca, la estaban ahogándo. Él le agarró su brazo, no quería hacerle daño, pero apagó su ira apretándola fuerte.

-¿Entonces?-Repite por segunda vez.

-¿Qué es exactamente lo que quieres saber?

Maldita seas. Piensa, no estaría en el derecho de preguntarle nada. Se ve envuelto en su propio juego de mentiras. Se refugia en sí mismo y calla. Se niega a rebajarse a reclamar una declaración de amor, que él nunca hizo. Y ella lo sabe. Ella juega con él. Y eso no le gusta. No, nada en absoluto. Frunce el gesto y da media vuelta.

-
Eres un cobarde.-Alguien le susurra.

Pero eso nunca fue nada nuevo, y se marcha de allí. Prefiere no tener respuestas.




Ya no quiero pensar en quién eres, no quiero pensamientos que puedan ilusionarme y encontrarme sola entre las sombras de mis pensamientos, en un laberinto sin final. ¿Cómo saber si aquello que expresas puede ser cierto o es simplemente un juego con mis sentimientos? Puedo imaginarte pero no tenerte, entonces de qué me sirve pensar en alguien que simplemente no existe, o realmente eso que dice sentir no va más allá de las palabras. Me gusta pensar que lo imposible no existe que es sólo una palabra que a veces utilizamos por miedo a fracasar pero cuando no depende de uno, ¿Qué se puede hacer? ¿Cómo puedes lograr que lo imposible sea posible si depende de alguien más? ¿Qué circunstancias hay para que todo sea entre líneas nada más? ¿Qué señal debo esperar si a tus ojos no puedo mirar? ¿Cómo puedo ver tu alma si no tengo tu mirada? ¿De qué sirven tantas miradas si no entiendo los espacios en blancos que hay entre ellas?

Me gustaría repetir una tarde contigo, poder sentarme frente a ti y poner todas las cartas sobre la mesa. Decirte que te quiero, que te quise y que poco no fue. Que me costaría demasiado negarte otra oportunidad pero que sacaría valor del subsuelo para hacerlo. A pesar de que todo es imposible no olvido cada trocito de césped que tire en el suelo de ese parque en esa tarde junto a ti.

Básicamente quiero un hombre que me haga sentir que no estoy desaprovechando mi vida porque es muy corta. Quiero que me abra las piernas, no el cielo: pero que lo haga cada noche. Quiero que sepa mentirme. Quiero que no me importen sus mentiras porque se deja su alma cuando está conmigo. Quiero que sea generoso porque puede, no por obligación. Quiero que tenga sangre en las venas. Quiero que me grite lo puta que soy cuando lo abandono. Quiero un poco de épica. Quiero que le dé igual lo que yo haga cuando no esté con el porque sabe que no voy a encontrar a nadie mejor. Quiero que me tiemblen las rodillas cuando me agarra la nuca. Quiero un hombre que me haga sentir mujer !

Mi cuerpo esta frió, estoy sentada en un rincón aferrada a mis rodillas, parezco una niña pequeña asustada, pero es que tengo miedo, me asusta lo que produces en mi, me preocupa sentirme tan vulnerable a tu persona. De repente escucho unos pasos y alguien pronuncia mi nombre; antes de escuchar tu vos mi cuerpo sabia que eras tu, los bellos de mis brazos se erizaron y mi corazón comenzó a palpitar a un ritmo desbocado. Llegas frente a mi y me preguntas si estoy bien, mi primer reflejo es decir NO; pero después miro tus ojos clavados en mi exigiendo una respuesta y entiendo todo, comprendo cuanto te pertenezco, que tan enamorada de ti estoy, ¿Que tan malo puede ser? a lo mejor es lo mejor que me pudo haber pasado, encontrar a alguien como tu. Todos somos adictos a algo, a mi me toco a ti, tu eres mi droga, una que no quiero dejar jamas
-Esta noche no has dejado de llorar, diciéndote a ti misma que ya no volverá.
Insoportable es el dolor que me desgarra el corazón.
-Todo se acabó, le tienes que olvidar.
Se ha ido de tu vida para no regresar.
—Si no es con él con nadie más, compartiré mi soledad

El dolor que hoy me apaga, me ha convertido en un monstruo. Soy esa persona que nunca quise ser, y en el espejo veo lo que jamás quise ver. Unos ojos desgarrados por la rabia que me agobia, saber que sin ti soy libre me provoca claustrofobia. Y pierdo la cuenta entre los días que te amé, y el tiempo que malgasté. Viviendo de la ilusión, creyendo tus sentimientos. Y no encuentro nada que me cubra, sólo tengo una lágrima y un alma que se pudre al pensarte tantas veces fue mentira, el querer sin saber a una persona desconocida.

¿Cómo pudiste tener la sangre tan fría? ¿No pensaste que quizá tu engaño me mataría? ¿Cómo seguiste a pesar de saber que te amaba sin querer? Tus te quieros son arcadas.

Sólo sé odiarte y correr lejos de tu voz, refugiarme en el recuerdo de un chico que alguna vez "me quiso". ¿Sabes mi amor? Para mí ya eres pasado, el juego que tú empezaste hoy soy yo la que le da fin. Y no quiero escuchar tu voz para mí ahora es veneno. Quiero que te quedes solo y no encuentres ningún camino. Qué te pudras! En el más profundo dolor. Que jamás encuentres a nadie y se rompa tu destino. Que cada te quiero que me dijiste se te clave en el alma, y que cada lágrima que yo derrame sean balas para vos. Cada vez que escuches nuestra canción te ahogues entre palabras, y te des cuenta de lo poco que vales.

Te atragantes al pensarme y tu voz se convierta en llanto. Ojalá que sufras el doble que yo por ti. Si pudiera vender mi rabia nadie la podría comprar, si pudiera dar macha atrás para pasar de tu cara. Si pudiera olvidarte sabiendo que eres lo peor y borrar de mi mente la imagen que me ampara. Te puse en lo más alto porque confiaba en ti, porque me dejé llevar. Te quise con sólo un salto.

Estás loco ¿no lo entiendes? Eres mi peor castigo. Como puedes ser tan idiota, y darme tantas ilusiones, cómo puedes jugar así conmigo después de tantas canciones. He borrado todo, ya sé que soy una tonta, pero es que no encuentro el modo. Y pensar que he estado a nada de perderlo todo por conocer al tipo que para siempre me ha dejado sola. Si hablo mal me da igual, no lo escuches. Ser dulce es peor que tratar mal. Dar todo de ti, y que te vomiten encima. Te has portado mal y somos dos. Y seré mala contigo pero prefiero que queden palabras, que te hundas en la miseria cuando tu corazón abras.

Y tampoco me controlo, grito y me desboco, y si te pienso me nublo, me mareo y me desenfoco. Y te quiero matar, pero prefiero hacerme daño. Y si me ves por la calle, no me mires soy una extraña.

Hoy es un día más y lo digo así con esa simpleza un día más porque desde que tú te fuiste los días me saben tan simples, son tan poca cosa, se volvieron tan vanos, tan inútiles, ¿de qué sirve que sigan los días? sí tu te fuiste y peor aún, ¿de qué sirve que te hayas ido? que te hayas llevado contigo tu presencia, tu perfume, tu cuerpo, tu pasión ¿de qué? Sí se quedaron en mis labios la huella de los tuyos, en mi cuerpo la forma de tus manos, en mis oídos tus palabras de amor, en mis ojos tu mirada enamorada, y en mi corazón la cicatriz de ese gran amor. Hoy sólo quisiera regresar el tiempo y volver a ese lugar, ese lugar que tantas veces fue nuestro cómplice, a ese lugar donde con los ojos cerrados me hiciste tocar el cielo, a ese lugar donde tus manos pintaban de una forma tan delicada mi silueta, donde mis manos hurgaban tu espalda, donde mis latidos se unían a los tuyos y juntos formaban esa música que cerraba nuestros oídos y abría nuestro corazón. Quisiera regresar a ese tiempo, pero sé que no, que no podré regresar a ese pasado y que el mañana es tan vano, tan común para mí, pasará lo que ha pasado en estos últimos meses, me despertaré pensando ¿en dónde estás?, miraré mis ojos en el espejo y veré reflejada esa tristeza, voltearé a ver el porta retratos de mi buró y veré que no está tu foto, y entonces pasará lo que ha pasado todas las mañanas, correrán las lágrimas por mis mejillas. Los recuerdos regresarán a mi mente y recordaré como aquel día escuché por última vez tu voz, prometiendo que vendrías, mientras yo me sentía enojada y con la voz entre cortada por el llanto, te decía que esperaría tu llamada, y sin embargo llegó el día de la cita, y yo llena de ilusiones, llena de amor, salí a buscarte esperando tu llamada, esperando que volvieras, quería verte aparecer por las calles, quería verte arrojarme a tu cuello, abrazarte, besarte y decirte que te amaba, que te amaba más que a mi vida. Pero nunca llegaste, y cuando vuelvo a mi realidad me doy cuenta que jamás volverás, que te fuiste y te fuiste para siempre, te fuiste huyendo ¿de qué? no sé, te fuiste olvidando ¿a quién? no sé ¿te fuiste llorando? no lo sé, aún ni siquiera descubro el por qué de tu partida lo peor que de ese adiós, lo único que sé es que me estoy muriendo, muriendo de amor. Dibujando todos los días una sonrisa a esta cara que refleja soledad y tristeza y esperando a que tú vengas, esperándote como un día prometí, que te esperaría toda la vida; pero sí esa es tu decisión definitiva y sabes que jamás volverás, si encuentra esta carta por mera coincidencia, te quiero decir que desde que te fuiste, la vida no fue fácil para mí, pero que también recuerdo que te prometí que sería feliz, si tú lo eras. Y si tú eres feliz ahora, en tu nueva vida, donde tratas de desaparecer tu pasado, un pasado que espero haya sido tan fantástico, como lo fue par mí, pero que no lo sea igual de doloroso, que no te atormente como lo hace conmigo, que entre tus recuerdos, me recuerdes como uno de los más bello, sólo quiero que sepas que te amé, te amé porque así lo siento, te amé como jamás nadie te va amar y como jamás yo he amado. Quiero decirte que me perdones, porque tal vez en mí inmadurez te hice daño, y te dije algo que todavía puedas llevar muy marcado en tu alma, perdóname, lo único que intentaba era amarte pero tal vez fallé en el intento, sí algún día tu decides regresar, búscame te estaré esperando .Te esperaré con los brazos abiertos, con amor y ternura con mis oídos abiertos para escucharte y en mis labios un beso, ese beso que nos volverá unir, porque te amo y te extraño, te esperaré porque la vida no volvió a ser igual, desde el día que te fuiste.


¿Te acuerdas de aquella estúpida que te dio todo el amor y toda su vida entera para que seas feliz? Bueno, ahora que hiciste memoria; ¿También te acuerdas que esa misma vida que ella te entregó vos la tiraste a la basura como si fuera un papel?


“No es tan fácil confiar. Cuando te fallan una y otra vez ¿por qué no te van a volver a fallar? Queremos confiar en los demás, siempre esperamos que nos digan la verdad. La decepción es una de las cosas que más nos lastiman ¿en quién podemos confiar? Nos preocupamos mucho por no fallarle a los demás, por no defraudar su confianza, no defraudar y que no nos defrauden los demás ¿es eso lo único que importa? De chico no querés fallar a los grandes; menos querés que los grandes te fallen. Uno no quiere fallar a la gente que ama ni que ellos te fallen ¿no? Uno no espera que sus seres más queridos le fallen, que un padre, un hermano, tu novia te falle, ¿Cómo lo soportás? Pero el peor de los miedos no es que otros te fallen, el peor de los miedos es fallarse a si mismo. Hace mucho tiempo que me viene pasando esto, algo está cambiando en mí. Algo me está pasando, me está torturando y me está oscureciendo. No solo me da pánico fallarle a ustedes sino que me da pánico fallarme a mi mismo, traicionarme y terminar convirtiendome en lo que toda la vida odié, por eso decido esto, por eso me despido sin despedirme, para no darles la chance de que me convenzan de quedarme. Los amo y por eso no quiero fallarles ni fallarme a mí, por eso me voy, lejos de ustedes”

Quien diría que sobre mi rostro existe una máscara que cubre mi verdadera cara triste, con llanto, con los surcos de la tristeza, la soledad, el vacío ese mismo con el que engaño a mi corazón para que no se entere que es sólo muy sólo así me sienta rodeada de un millar de personas. No hay nadie que me mire y me vea con una sonrisa de amor o tan siquiera de amistad. En verdad amigos a nadie le deseo esta clase de vida de teatro en el que vivo sin ser actriz sin tener mascara pero ocultando mi verdadero rostro triste y solitario con una gran sonrisa con una gran mentira quien diría mi verdad al resto del mundo que al igual que yo, llevan esa vida.

Solamente recuerda el momento en que nos conocimos, solamente recuerda el primer beso que nos dimos, cuando te tuve en mis brazos dándote calor en aquellas noches frías. Aunque fuiste tú a quien yo ame a lo infinito. Lo lamento pero tuve que hacerlo y te olvide amor.


Ya me cansé de luchar por vos, sinceramente no me dan más las fuerzas (si es que alguna vez las tube) , perdón amor pero ya no puedo, mi vida poco a poco se desmorona, gracias a que? gracias a que vos no estás conmigo, gracias a que un día te cruzaste en mi camino, y no se si fue lo mejor la verdad, ya no se si fue bueno conocerte, en un momento llegué a pensar que si, pero ahora ya no estoy tan segura de eso. Fuiste vos el que hiso que yo pueda volver a querer tanto a una persona, pero también fuiste el que se encargo de hacerme recordar lo que era el sufrimiento. Pensé que con vos por lo menos mi felicidad podía durar, pero claro, como toda cosa en mi vida no puede ser para siempre, ¿POR QUÉ TIENE QUE SER ASÍ ? , porque no puedo encontrar a alguien que me quiera de verdad, y que no me trate como un juguete, como una Barbie que cuando pasa de moda la dejan tirada y van a la juguetería por otra más nueva. En mi vida muy pocas veces pude querer a alguien, y las pocas veces que lo hice terminé sufriendo, la verdad estoy acostumbrada, parece una rutina; Conocer a alguien, enamorarme, conquistarlo, tenerlo, ser feliz, pasa algo, y terminar sufriendo. No tengo fuerzas ya para luchar por lo que quiero, mi vida es muy corta, y apesar de eso ya me pasaron demasiadas cosas, y eso poco a poco me va destruyendo. Por dios TE QUIERO, por qué no te das cuenta de eso?, necesito tenerte conmigo, necesito de tus besos, abrasos, de tus palabras, dios, TE NECESITO A VOS, pero bueno, no puedo obligarte a quererme, no puedo obligarte a estar conmigo. Perdón por cruzarme en tu vida, perdón por enamorarme de vos, perdón por darte todo de mi, por darte mi vida, darte mi felicidad, mi corazón, perdón por no ser la persona que capás buscabas, perdón por no ser perfecta, perdón por todo, te juro que nunca te quise hacer mal, si lo hice fue por el simple echo de quererte y querer defender lo que consideraba mio, yo se que todo esto fue mi culpa, y se que no tengo derecho de reprocharte nada, y tampoco lo haría, lo que si te voy a dar las gracias por hacerme feliz, aunque no fue por mucho tiempo con vos fui muy feliz, y gracias mi amor por eso te lo voy a agradecer siempre, la poca luz que vos hiciste que en mi vida se volviera a prender hace unos días se apagó, y la verdad ya no tengo nada por lo que seguir, me siento vacía sin vos, no doy más. Lo único bueno es que sé que mi dolor no es para siempre, que tarde o temprano pasa, que olvidarme de vos es difícil pero no imposible, por ahora solamente me queda seguir con la máscara que siempre tube, hacer creer a las personas que soy feliz, sinceramente es lo que mejor me sale, pero ¿Cómo no me va a salir bien si es lo que toda mi vida hice? .
Mirame, date vuelta y mírame, date vuelta y volve por favor. Y acá estamos otra vez, logrando que alguien te mire. Cuando queres que alguien te mire no importa ninguna otra mirada, vos queres esa mirada y ninguna más. Pedimos a gritos desesperadamente que abran sus ojos y nos miren, que nos vean, que vean nuestro dolor y nos comprendan.Hacemos enormes esfuerzos para no necesitar de nadie, para no necesitar de una mirada para existir. Pero somos esclavos de esa mirada, la necesitamos, como al aire. Hacemos cualquier cosa por atraer esa mirada, intentamos ponernos en el campo visual del otro, quisiéramos tener un reflector que nos ilumine, quisiéramos brillar para ser mirados. Lo curioso es que los ojos que más nos obsesionan son los que no nos pueden mirar. Pero la mejor mirada no es la que se nos niega, sino esa mirada que no vemos, la que ignoramos distraídamente. Esa mirada inesperada, fuera de todo calculo, esa mirada que nos ve cuando no nos sentimos mirados y por lo tanto nos mostramos mejor. Una mirada capaz de atravesar la máscara y ver lo que hay detrás. Es imposible que nos mire a una mirada vacía, vaciada. Pero lo queramos o no somos esclavos de esa mirada porque todos somos luces apagadas que solo se encienden cuando alguien nos mira.

Antes él se equivocó y me rompió el corazón. Yo me equivoqué y le rompí el corazón. Antes no sabía lo que era el amor, y ahora no puedo vivir sin él. Si uno sabe la que se viene y la puede evitar, mejor ¿no? Si sabes de antemano que el bondi al que te subiste va a chocar ¿te subís? Si sabes que se viene un huracán ¿no te escondes veinte metros bajo tierra para evitarlo?
Cuando uno ve venir el quilombo tiene dos alternativas. Ir y ponerle el pecho, jugarse, o retirarse de un round que uno ya sabe desde antes que va a perder por knock-out. Si sabes que te van a atacar mejor atacar antes ¿no? El que pega primero pega dos veces. Si ves venir la piña, mejor anticiparse ¿no? Si sabes que te quieren meter en cana ¿No es mejor escapar? ¿No dicen que si rajas servís para otra guerra? Si sabes que te van a cortar el rostro, mejor ni tirarse a la pileta ¿no? Si sabes que te van a decir que no, ¿para qué preguntar?
Pero ¿y si te equivocas y te retiras de la cancha pero tenías muchas chances para ganar? ¿Y si atacas antes de que te ataquen pero en realidad nadie te iba a atacar? ¿Si te escapas de gusto porque nadie te iba a encerrar en ningún lado? ¿Y si vos decís que no antes de que te corten el rostro pero en realidad el otro quería decir si? ¿Y si dejas antes de que te dejen para no sufrir? Y resulta que no te iban a dejar. Cuando me la veo venir, cuando siento que se viene la guillotina, yo no soy de las que pone la cara para el cachetazo. Es muy cobarde, ya sé. Pero es tan grande el dolor cuando te dejan que mejor dejar antes de ser dejado.

¿El problema soy yo no? Si, si, parece que sí. El problema no sos vos, ni ningún tipo. Con todos me pasa lo mismo. El problema es cómo me ven. Todos me miran y ven un gato, no? Se trata todo de eso, de que yo trato, quiero, intento que me vean de otra manera, pero no, no puedo. Tengo la mirada clavada ahí encima todo el tiempo. Te juro que es horrible… es horrible vivir así. Una cosa es que te vean hermosa, y otra que te sientan hermosa, que te amen de verdad. La gente ve lo que quiere ver, y no le interesa si es real o no. Se quedan con su mirada, con su prejuicio. Si te ven como una histérica, van a tratarte como una histérica, aunque en realidad quizás estés confundida. La mirada de los otros puede ser muy cruel a veces, y muy ciega. La mirada de los demás es todo, y los otros no te ven a vos, ven lo que piensan de vos. La mirada de los otros tiene sonido, voces, susurros. No se puede escapar a lo que ven de nosotros. Todo se trata de cómo nos ven y como vemos a los demás. Quedamos atrapados en esa mirada, inmóviles, fijados en lo que creemos que vemos, confiando más en nuestro prejuicio que en nuestros ojos. Dicen que la primera impresión es la que cuenta, pero también que lo esencial es invisible a los ojos. ¿Cuándo me van a sacar esos ojos de encima y van a ver lo que realmente soy?


Todo comenzó como un juego y no pensé que me fuera a doler, no estoy acostumbrada a enamorarme porque nunca lo he hecho yo siempre juego con los hombres me gusta jugar y acostarme con ellos y luego tirarlos pues mi vida es así, pero un día un hombre se cruzo en mi camino e hizo que mi vida cambiara completamente, no pensé enamorarme tanto de una persona que después me arruinara por completo. Lo amo aun con toda mi alma pero lo mejor es alejarme de el porque él me hace mucho daño y esta destruyendo mi vida poco a poco, pero si algún día te enteras de esto quiero que sepas que te amo de verdad pero por lo mismo que te amo quiero que te alejes de mi.

Perdón sii algunas veces no te digo lo que siento, me es difícil expresar mis sentimientos, si algunas veces lastimé tu corazón, por mi forma tan peculiar de reaccionar ante situaciones que a veces suelen ser tonterías, y lo hago sin pensar, ocasionando que te molestes. Perdón por esta forma tan extraña de quererte, que a veces no sueles entender. Por ser tan necia cuando tienes la razón y te reclamo o discuto cuando yo no la tengo, por mis errores y defectos, que soportas y aguantas por el cariño que me tienes. Perdón por ser como soy, mandona, fría, inmadura, celosa, enojona, extremista, infantil, desesperante, impulsiva. Porque a veces evado y huyo de la realidad de las cosas y la verdad, por este miedo tan cobarde de perderte, y no decirte lo que quieres saber cuándo me lo preguntas. Sé que como dicen; las acciones valen más que mil palabras o algo así. Que tal vez ya te cansaste de esta situación que se repite a cada instante, y yo no te doy una respuesta, y pienses que ya no me interesa esta relación y no pongo nada de mi parte. Que siempre digo y prometo lo mismo, que no volverá a pasar, que tal vez ya no creas en mis palabras por qué no ves resultados de mi parte. Qué, que caso tiene que hablemos siempre de lo mismo si siempre será igual. Tal vez no es la manera de decírtelo, pero me es más fácil expresarme escribir lo que pienso que decirlo. Lo que quiero darte a entender o decir con todas estas palabras es que te quiero y te quiero mucho, y quiero que sigas a mi lado, como siempre lo has estado, y no me gusta estar distanciados, por causa mía y de mi forma de ser.
Cuando escribís en una computadora y te equivocas es fácil, haces clic en “deshacer”, corregís y seguís, pero en la vida es un poco más complicado. Nos encantaría que existiera un botón para deshacer nuestros errores, sería más fácil. Un descuido, un error, un desliz y todo cambia, ya no podes hacer borrón y cuenta nueva. Pero si existiera una forma de volver atrás y corregir lo que hicimos mal ¿no lo harías? Vivimos a mil y no le damos importancia a los detalles, a los cambios sutiles, cotidianos, y ese detalle mínimo nos pueda cambiar la vida. Una palabra no dicha a tiempo, un gesto a destiempo y lo que era la solución a nuestros problemas, pasa a ser un problema. Creemos que las grandes tragedias son las causadas por grandes errores, pero a veces un detalle, algo que no debería ser dicho, es el aleteo de la mariposa que desata la tormenta, y una vez desatada la tormenta uno quisiera volver el tiempo atrás, a esa palabra no dicha, a ese gesto que no se hizo. A veces, por más que uno sepa que fue lo que desato la tormenta y sepa como rebobinar la película, no puede volver atrás, no puede volver a frenar el efecto mariposa. En cualquier sistema, por definición, siempre se comete un error, pequeño, insignificante, pero siempre ay una falla. Causa y efecto. Un pequeño error que produce grandes cambios, una mariposa que produce un huracán. Detalles, pequeñas fallas, descuidos que escapan de nuestro control. Eso nos dice el efecto mariposa, no podemos controlar todo.



Cuando sos chicos soñas con lo que vas a ser cuando seas grande, y si te dejan soñar soñas en grande. De grande medís tu vida como un parámetro ¿es mejor o peor de lo que imaginaste?
Si soñaste mucho con la vida que querías sabés muy bien lo que querés, y también sabes muy bien lo que no querés, lo que no cuaja con lo que soñaste para vos. Muchos juegos de niños son ensayos para la vida futura. Al imaginar nuestra vida nos convertimos en un personaje de nuestra propia novela. Perseguimos siempre esa vida que imaginamos. ¿Pero cómo se hace para vivir si sabés que la vida que imaginaste nunca se va a concretar?


Nadie puede vivir sin esperanza. Por algo dicen que lo último que se pierde es la esperanza, porque si la perdés estás muerto. ¿Pero que es la esperanza? ¿Es desear que algo pase o es la certeza de que eso que deseas va a pasar? Tener esperanza no es desear sino saber, tener certeza de que eso que querés tarde o temprano va a llegar. Vivir sin esperanza es tener la certeza de que lo que soñas nunca va a llegar, es estar derrotado antes de intentarlo. Porque cuando llega la tragedia y te golpea ¿cómo vas a dar pelea si no tenes un poco de esperanza? Por más rebelde que sea el rulo tarde o temprano lo vas a alisar, solo hay que confiar.Vivir sin esperanza es vivir rendido en una pelea que no terminó, es solo poner la cara para recibir los golpes. Porque cuando uno pierde la esperanza pierde el rumbo, el norte, pierde todo. Confiar, creer , soñar, todo eso es tener esperanza. Saber que aunque el mundo se nos venga encima y por más imposible que parezca hay algo que nos va a salvar, algo o alguien. Porque la esperanza no es un deseo, es una certeza, una certeza de que después de todas las tormentas sale el sol. Es una certeza profunda de que aún en la peor crisis, no hay tal crisis.



No sirvió de nada dejar todo lo que deje por vos, no sirvió de nada cambiar mi vida por completo y ser mejor persona, no sirvió de nada creer tus palabras, no sirvió de nada !

Nadie sabe hacerte lo que te hago yo.